Regresando la Provisión.

Es muy alentador saber que Dios está con nosotros, y que nos ama, a pesar de nosotros. Y no importa cuán miserables nos sintamos o cuán desalentadora parezca la vida, la verdad es que nada puede separarnos del amor de Dios. Esta historia describe mejor esta verdad.

Hoy vemos a Noemi y a Rut atribuladas; dos mujeres que lloran la pérdida de lo que mas amaban, solas en una nación perversa. Sin embargo, las cosas están a punto de cambiar en sus vidas. Un día, Noemí escucha que el favor de Dios ha regresado a Belén y que hay comida disponible de nuevo en la "casa del pan". y casi de manera inmediata, Noemí decide regresar a su país y a su gente. Al principio, Orfa y Rut deciden viajar a Belén con Noemí. Poco después del viaje, Noemí parece cambiar de opinión sobre su compañía, y ante la recomendación de Noemí, Orfa regresa a Moab, pero, Rut toma una decisión diferente. Rut decide seguir a Noemi y al Dios de ella.

Las dos mujeres continúan su viaje hasta llegar a Belén. Cuando lo hacen, la Biblia dice que todo el pueblo se conmovió. Parece que Noemí y su familia eran muy conocidos allí. Al ser confrontada con su identidad, Noemí les pide que ya no la llamen Noemí (agradable), sino Mara (amarga). ¿Te has sentido alguna vez como Noemí, una vez llena pero ahora vacía? Es en esos momentos, cuando algo querido nos es arrebatado, que nos sentimos vulnerables y enojados. No es extraño enojarse; solo debemos asegurarnos de que la ira no se convierta en amargura.

Lo que destaco de Noemi a su regresó es que fue honesta. No escondió su estado emocional. Y es que nos conviene ser honestos con quienes nos rodean, y con quienes se preocupan de nosotros cuando necesitamos ánimo. Contar con una familia, y una comunidad de creyentes a tu alrededor en tiempos difíciles es clave para un proceso de sanación emocional. Rut y Noemí han regresado a la casa del pan al comienzo de la cosecha de cebada. ¿Coincidencia? Creo que no. Una fuerza invisible se está moviendo y estas dos mujeres están a punto de ver a Dios hacer cosas grandes y maravillosas que son invisibles para ellas en este momento.

Mi recomendación para ti hoy, es que; Primero, confíes en que Dios está obrando siempre. Segundo, Ten la seguridad de que su plan está en marcha y tu estás ante sus ojos. Él no se ha olvidado de ti, y nada podría hacer que deje de amarte.

Tercero, si estás luchando o te sientes solo(a), no tengas miedo de acercarte a personas que te aman y te rodean, ábreles tu corazón, diles como te sientes, que seguro te ayudaran aliviar las cargas. Recuerda que son instrumentos de Dios.

Dios te bendiga