¡Hallando gracia!
- M. I
- 30 oct
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Ella entonces bajando su rostro se inclinó a tierra, y le dijo: ¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para que me reconozcas, siendo yo extranjera? Rut 2.10
Al comenzar la vida en Belén, empezamos a ver la providencia y el plan de Dios en acción. ¿Te imaginas estar en su lugar? Rut era una viuda de un país extranjero. Recientemente habia hecho de Dios su Dios. Todo era nuevo y desconocido para ella. Pero a pesar de todo y de cada emoción, se aferró firmemente en Dios.
Al comienzo del capítulo 2, Rut toma la iniciativa de ir a un campo a espigar para tener comida en la mesa. Según la ley levítica (Levítico 19), a los segadores se les ordenaba no espigar todo el campo, sino dejar las esquinas para los pobres. Rut no solo se arriesgó a realizar el duro trabajo de recoger las sobras, sino que también actuó con humildad.
¡Y entonces aparece Booz, el redentor! Booz simboliza a lo largo de este libro a Jesucristo, nuestro Redentor. Una hermosa imagen de Jesús acogiendo al pecador en sus brazos amorosos.
Pero, ¿Quién es este hombre llamado Booz? Sabemos que es un hombre mayor, respetable y adinerado en la comunidad. Su nombre significa literalmente "fuerza". Sabemos que trata bien a sus empleados y con amabilidad a los desconocidos.
Después de que Booz ve a Rut en su campo y pregunta por ella, le dice que se quede allí y que él se asegurará de que esté bien atendida. Ante tal ofrecimiento, Rut se postra en tierra y pregunta por qué Booz le ha mostrado tanta gracia. Recordemos que Rut era moabita, y aun así Booz fue más allá.
Ante su pregunta sobre la bondad, Booz pronuncia unas palabras hermosas. No solo reconoce la belleza interior y el carácter de Rut, sino que también la bendice.
De la misma manera, Jesús desea acogernos a todos, al extranjero, al pobre, al rico, al solitario, al quebrantado, al amargado, a todos. Desea salvarte, protegerte y proveerte, brindarte consuelo y esperanza. El deseo de Booz por Rut es un reflejo del deseo de Dios por nosotros.
Dios desea que todos encontremos descanso y refugio bajo su amparo.
Cuando Rut regresó a casa con Noemí, volvió con más comida de la que jamás hubiera imaginado. Algunos estudiosos creen que Rut se llevó suficiente comida para un año.
Hermano/a- Amigo/a, hoy quizás busques un poco de esperanza ¡pero Dios quiere darte mucho más! ¡Ten la certeza de que Dios te proveerá mucho más allá de lo que puedas esperar o imaginar!
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros. Efesios 3.20
¡Dios los bendiga!





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