¡Mentiras descubiertas!
- M. I
- hace 2 días
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Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Juan 8.44
A esto incurre continuamente el enemigo, y todos sus súbditos. Sin embargo, muchas veces nos admiramos de ver cómo personas que profesan fe, acuden a la mentira para cubrir sus faltas.
Ahora, sabemos que hay un ser que conoce la verdad y la hará resplandecer en el tiempo debido. Como dice Deuteronomio 33.29 Nuestros enemigos serán hallados mentirosos, y cuando ellos mismos se den cuenta de ello, porque el Señor les abra los ojos, dejarán de serlo.
Pero hay alguien que no volverá a ser nuestro amigo jamás. Es y será siempre nuestro mortal enemigo, porque es «Mentiroso de por sí y padre de mentira». Este enemigo no solamente está empeñado en engañar a otros acerca de nosotros, sino en engañarnos a nosotros mismos. Procura engañar, «si fuese posible aun a los escogidos», dice Jesús. Parece imposible que le creamos; sin embargo, es lo que con más frecuencia hacemos. Cuando no nos engaña con el pecado, nos engaña de muchas maneras, poniendo en nuestra mente toda clase de pensamientos falsos acerca de Dios, de sus hijos y en contra de sus fieles promesas.
Nos dice que perderemos la gracia, que deshonraremos nuestra profesión y pereceremos en el juicio de los apóstatas; nos dice, quizá, que nuestro pan faltará, y que nosotros y nuestros hijos pereceremos en la miseria; Nos susurra al oído que el Señor no nos sacará de la prueba, y nos asegura que la prueba es irresistible y nos quebrantará.
Pero el que alimenta a los cuervos, nunca nos olvida, sino que «adereza mesa» para nosotros en presencia de nuestros angustiadores. Asi que, confiando en el Señor, proseguiremos nuestro camino, y veremos un día cuán engañosas fueron sus pesimistas sugestiones.
¡Qué mentiroso es! Porque sabemos que el Señor jamás nos desamparará.
Se complace en decirnos que la muerte será demasiado para nosotros. «¿Cómo cruzaras el jordán de las pruebas? susurra a nuestro amedrentado corazón. Pero también veremos que es mentiroso, y cruzaremos el mar de la prueba, cantando alabanzas a la gloria de Dios.
Dios os bendiga





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